Pintura
de caras.
La pintura de caras es algo que
fascina a los niños, porque para ellos es como disfrazarse todos los días. No
tiene por qué ser algo que se haga solamente en carnaval, ¿por qué no hacerlo
un día cualquiera?
Podemos realizarlo con motivo de
alguna celebración propia de clase: por ejemplo, cuando en el día el niño ha
realizado todas las actividades correctamente, o cuando ha tenido una actitud
con sus compañeros que sea merecedora de un “premio”,…
Se puede pintar cualquier cosa e
incluso lo que ellos quieran, esto será aún más gratificante para ellos.